Hoy estoy cansada. No quiero nada, muchas gracias. No he podido hacer mis cosas como quiero hacerlas y el tiempo se me disuelve en las manos. Estoy que ni me comprendo yo misma y afuera la noche se escucha bulliciosa. La luna mengua, brilla en el cielo claro. Hace calor. Quiero y no quiero nada. Hoy estoy cansada y no me comprendo. No sé como poner mis límites. Me desborda la situación que me está tocando vivir. Mi soledad se siente amenazada. Solo quiero cerrar los ojos. Mi hija está de visita unos días, vino a trabajar y a recargar sus pilas afectivas. Yo quiero acompañarla y ayudarla pero no quiero dejar a un lado mis cosas personales y no he podido balancearme. No quiero perder la paciencia y la pierdo. Tengo miedo de Caracas en ella. De nuevo caigo en cuenta que no puedo vivir la vida por ella. Díficil soltar, confiar, respirar.
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