tu sabes,....::you know,....

Tu sabes, uno anda siempre como perseguido, como pendiente de que lo asalten y le digan que no ha ocurrido nada, que lo único posible es la ciudad, su gente, la oscuridad que lo destruye todo  y adonde nadie llega. Tú eres distinta, en cambio. Amas la hierba y sin saberlo, te adueñas de los pájaros, de los jardines donde el anochecer limpia sus lágrimas.

Alguien quiso decirme que habías muerto, y te encontré de pronto en mis palabras, junto a viejas postales y recuerdos.

Muy pocos saben, en verdad, que alrededor de ti la tierra apaga su lamento.

Por eso el viento. El otro, el que se trepa a los trespuños, pasa sobre tu sombra.

Pero no entienden que sobrevivo en ti, que estás en el silencio, en la palabra. En las historias que todavía persisten y te aguardan.

Alguien quiso decirme que habías muerto, y rescaté de pronto tu sonrisa. La que crecía en la noche. La que paseaba por los parques y hablaba con las nubes. La que se hizo con lluvia. Con relámpagos. Con ardorosos mediodías.

Tú sabes, hoy aprendí a encontrarte en mis palabras, a hurgar en tus cabellos,

a descubrir que la remota aldea de las alondras está cerca.

Víctor Salazar 

Ailicec, 2, Poesía reunida

Fondo Editorial del Caribe, Barcelona, Venezuela (1995)

You know, you always walk as if you were being followed, as if you were waiting to be assaulted and you're told that nothing has happened, that the only thing possible is the city, its people, the darkness that destroys everything and where no one comes. You are different, however. You love the grass and unwittingly, you come to own the birds, the gardens where the evening cleans her tears. 

Someone wanted to tell me you were dead, and suddenly I found you in my words, among old postcards and souvenirs. 

Very few know, indeed, that around you, the earth turns off its lament. 

That's the reason for the wind. The other, which climbs the three corners, passes over your shadow. 

But they don't understand that I survive in you, you who are in the silence, in the word. In the stories that persist and await for you. 

Someone wanted to tell me you were dead, and I suddenly rescued your smile. The one that grew in the night. The one that strolled through the parks and talked to the clouds. The one made with rain. With lightning. With ardent days at noon. 

You know, today I learned to find you in my words, to rummage through your hair, 

to discover that the remote village of larks is close by.  

Victor Salazar 

Ailicec, 2, Poetry 

Fondo Editorial del Caribe, Barcelona, ​​Venezuela (1995)