en el agua suelto mis hilos

Estoy nadando cuatro veces a la semana de nuevo; contenta de poder meterme en la piscina y soltarme en el agua una hora sin parar. Mi cuerpo corta el agua con tranquilidad y se abre íntegro a la luz del día. Lentamente desenrollo mi ser entero y voy dejando cuanta preocupación pueda estar molestándome. Al principio el agua está fría y poco a poco me acostumbro a la temperatura que se balancea con mis respiraciones y el movimiento de las brazadas. Hay mucha gente que nada conmigo y una vez acompasado el grupo todos nadamos como si fuesemos parte de un solo banco de peces, cada quien a su propio tiempo y sin nada de violencia. Me encanta  esta sensación de estar en el agua juntos pero no revueltos, cada quien en sí mismo y a su propio ritmo. Me gusta ser parte del grupo pero mantenerme en mi propio espacio individual con la posibilidad de entrar en mis propias aguas internas. Mi piel conecta esas aguas. Es un trabajo tranquilo de meditación personal, de medida de espacios interiores. Y a la vez, es un trabajo con el grupo de aprender a ser respetuosos y cuidadosos unos con otros. Agua viva interior y exterior, viva. Al salir del agua me siento aliviada, liviana y lista para enfrentar lo cotidiano.

I am swimming four times a week again; happy to go into the pool and let go of myself in the water during an hour without stopping. My body cuts the water peacefully and opens up to the day's light. Slowly I unwind my whole being and leave behind each one of the worries that maybe bothering me. At the beginning the water is cold but soon I get used to the temperature which balances out with my breathing and arm movements. There is a lot of people who swim with me and once the group falls into rhythm, we all swim as if we were part of the same school of fish, each in his own time and without any violence. I love this feeling of being in the water together but not mixed up, each in her own rhythm and to herself. I like to be part of the group but also to be able to maintain my individual space and to go into my own internal waters. My skin connects those waters. It is a calm action of personal meditation, of measuring interior spaces. And at the same time, it is a group action in which to learn to be respectful and careful with each other. Living water, interior and exterior, alive. When I go out of the water I feel light, relieved and ready to face up the day to day activities.